Recomendaciones para el uso de juguetes sexuales

Los juguetes sexuales se están utilizando cada vez más. Al menos un cuarto de la población masculina y femenina tiene alguno para su uso personal sobre todo a solas, o en pareja. Te damos algunos conejos que hay que tener en cuenta al momento de querer incluirlos en una faena sexual.
Los vibradores y las bolas chinas

Son los juguetes sexuales más demandados por las mujeres. Cada uno tiene su propia finalidad. Las últimas están diseñadas para proporcionar un placer erótico permanente al ser introducidas en la vagina y mantenerse dentro mientras la portadora desarrolla sus actividades cotidianas.
Su objetivo no es desarrollar un camino de sensaciones ascendentes para alcanzar el orgasmo, sino despertar sensaciones. No conviene utilizar las bolas chinas mientras se desarrolla un trabajo de cara al público o que requiera atención, pues las sensaciones que producen pueden ser fuente de distracción. Pero sí pueden utilizarse mientras se pasea, se hace un deporte suave, se está en casa o visitando un museo.

Es preferible no utilizar las bolas chinas de un modo intercambiable entre vagina y ano, por razones higiénicas y de salud. Para el ano existen otras bolas en forma de rosario, de tamaño más adecuado y con funciones ligeramente diferentes, pues la idea es introducirlas y extraerlas despacio.

Si existe una excitación sexual previa, es posible que no se necesite lubricar las bolas chinas, pero si no, conviene humedecerlas con un lubricante al agua que permita una introducción suave y sin complicaciones. Aunque cada mujer es diferente, es la zona anterior de la vagina la que tiene mayor sensibilidad erótica. Por tanto, será ahí donde deban alojarse las bolas chinas. Entrenando bien el músculo externo de la vagina se conseguirá evitar que se salgan en los momentos más inesperados. En cualquier caso, no debe olvidarse lavarlas antes de utilizarlas y después de su uso, antes de guardarlas. Si lo que interesa es el juego con el clítoris, lo más apropiado será optar por un vibrador.

Los hay de diferentes formas y tamaños. Cualquiera de ellos hace un buen papel para masajear el clítoris hasta el orgasmo. Y no tienen que tener necesariamente forma de pene. También se pueden utilizar para estimular la vagina, sobre todo aquellos que tienen la forma cilíndrica alargada, sean anatómicos o no, mientras con una mano u otro vibrador, se estimula el clítoris. Los vibradores también pueden utilizarse dentro de la vagina con la función vibradora desactivada. Pero si no se van a utilizar los vibradores con esa función activa, quizás convenga utilizar mejor los dildos, que son penes de látex, o cualquier otro material hipoalergénico, suaves. Son más baratos. En uno u otro caso, siempre es aconsejable utilizar lubricantes al agua para evitar molestas irritaciones ocasionadas por el frote.

Si lo que se desea es utilizar vibradores para la estimulación vaginal, conviene recordar que existen vibradores con una forma más o menos anatómica con una superficie diseñada con estrías para proporcionar estímulos más intensos. Y, en cualquier caso, existen vibradores que incorporan una doble estimulación, para el clítoris y para la vagina simultáneamente. Y otros, que añaden una tercera para el ano. Lo más conveniente es disponer de uno para cada tipo de juego.

Vaginas artificiales y muñecas hinchables

Son los juguetes de mayor uso masculino. Las primeras están subiendo en ventas en los últimos tiempos por su facilidad de uso y abultar poco. Aunque aún quedan amantes de las muñecas tradicionales. Para los amantes de estos juguetes, sus ingenios eróticos son tan importantes como puede serlo para una mujer su vibrador. Existe, sin embargo, cierta tendencia a reírse más de los hombres que utilizan juguetes que de las mujeres que lo hacen.

La ventaja de las vaginas artificiales es que son más o menos transportables. Lo que facilita su uso fuera de casa. Es cierto que la muñeca se puede plegar. Pero su gracia está en desplegarla y simular una mujer. Y hacer eso en el despacho de la oficina, por ejemplo, puede ser motivo de despido.

Las vaginas artificiales tienen también la ventaja de que el material y la textura con la que están fabricadas, resultan más suaves para el uso que las muñecas hinchables medias.

Su uso conviene hacerlo con lubricante al agua. En caso contrario pueden producirse rozaduras muy molestas.
Via: Terra

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