En Cueros

Para quienes andamos estresados por las decisiones que tenemos que tomar diariamente en la oficina, en la casa, en los negocios, o sólo para quienes buscamos nuevas sensaciones, sensaciones más extremas, no importa si nuestro cuerpo cunda y fenezca ante estos placeres, basta con que nuestra cabeza cobre lucidez y descanso luego de una sesión de espanto y locura.

El BDSM nos da esto que buscamos y en sus muchas prácticas puede observarse objetos que forman parte de nuestro vitral de juguetes.

Bondage. Es la práctica de encordamiento de los cuerpos, se utiliza cuerdas de tal forma que someta al cuerpo a posturas poco ortodoxas.

Disciplina y Dominación. Si es que hay que ponerse severos, bien hay que usar la fuerza, mejor aún los golpes, para ello se estila un látigo de cuero, generalmente, acabado en colas.

Sumisión y sadismo. Los emblemas y el uso de objetos animales son justificados en la aceptación de roles, como los collares.


Masoquismo. El placer por la sensación de dolor, hay que saber llegar a un límite con esta práctica, los resultados pueden concluir en un hospital, de emergencia. Es común que sean llevado a cabo por una dominatriz, una profesional en estos menesteres.